En el período del presidente Bolaños, las Relaciones Públicas se apoyaron más en el Marketing. Por ello, todos los mensajes de la Nueva Era se focalizaron en su principal grupo de interés: el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), haciéndole creer a la opinión pública que Nicaragua iba por el camino correcto produciendo y exportando, cuando la realidad era que el principal componente del Producto Interno Bruto del país, seguían siendo las remesas familiares. Desde luego, este mensaje era enviado a través de sus medios oficiales. Sin embargo, hoy el escenario es otro, la actual Administración ha decidido realizar sus estrategias de relaciones públicas, pero apañándose más en la Propaganda.
Los operadores políticos de este gobierno saben que para incrementar ese 38 por ciento en los próximos comicios, deben utilizar las Relaciones Públicas pero con fines propagandísticos. ¿Pero cuál es el grupo de interés de este gobierno desde el punto de vista del clientelismo político y no para combatir la pobreza? Desde luego que es ese 60 por ciento de la población que vive con menos de dos dólares al día. Capitalizando estos índices económicos, las estrategias de Relaciones Públicas de este gobierno no están acompañadas de publicidad o de Marketing, debido a que el poder adquisitivo de su grupo de interés es de bajos ingresos. En otras palabras, este gobierno quiere proyectar una imagen de gobernar para los pobres y no hacer negocios --como ocurrió en el pasado-- con unas cuantas familias. Asumamos que esta estrategia es válida, entonces, el gobierno ¿cómo pretende llegarle a este grupo de interés para ganar esa clientela política cuando ya no existe el Estado paternalista de los años ochenta, debido a las imposiciones del Fondo Monetario Internacional?
La repuesta es sencilla. Planificando acciones de corto plazo bajo el discurso de que éste es un gobierno de los pobres y de que ahora el poder está en el pueblo: el Pueblo Presidente. Estas acciones de Relaciones Públicas propagandísticas son peligrosas en el mediano plazo para la oposición, ya que éstas trabajan en la mente y en el corazón del votante y no se limitan con preguntar si el candidato es bueno o si está trabajando bien, como suele suceder en el Marketing Político.
Esta estrategia se basa en la mente del votante desde una perspectiva ortodoxa, hasta hacerle creer al grupo de interés que el presidente es el iluminado. En ese sentido, no he de extrañarse que gran parte del tsunami rojo se convierta en tsunami chicha en los próximos comicios municipales, debido a la buena acogida que ha tenido el programa Hambre Cero en la zona rural del país.
Las buenas prácticas con la comunidad son otras acciones de Relaciones Públicas, a las cuales también este gobierno ha sabido sacarle provecho, pero con un fin propagandístico y no institucional. Esta buena práctica con el entorno se pudo ver reflejada con la celebración de la Purísima en cada institución centralizada y descentralizada del Ejecutivo, como Albanic y Telcor, por ejemplo. Y para cerrar con un acto más masivo, el presidente Ortega acompañado de su esposa, personalmente, estuvieron entregando canastas de la Gritería en la Plaza de la Cultura a su público de interés. Sin duda alguna, reeditar esta práctica de celebrar la Purísima con el entorno o comunidad rompe con el tipo de público tradicional, donde normalmente sólo los trabajadores de cada institución solían realizar esta celebración. En cambio, esta reorientación de público estratégico permite fortalecer las relaciones interpersonales entre gobernante y gobernado, y alcanzar, de esa manera, el objetivo del gobierno: ganar clientela política.
También esta práctica con la comunidad varía con los objetivos del sector privado, donde las empresas hacen sus esfuerzos por buscar un reconocimiento social con los vecinos y fortalecer de esa manera, sus relaciones. Sobre este particular, por poner un ejemplo, Telcor, celebró la Purísima no para preguntarles a los vecinos si este ente brinda un buen servicio o respetan los instrumentos jurídicos básicos como la Ley de Ruido o impacto ambiental que causan daño a la salud. Por el contrario, esta práctica de Relaciones Públicas se hizo con fines propagandístico para aprovechar el contexto --día de la Gritería-- y ganar popularidad a cuenta gota, de cara a mantenerse en el poder. Esta situación demuestra que, una vez más, las Relaciones Públicas constituyen una ciencia interdisciplinaria, y que no sólo se pueden utilizar con fines de imagen institucional, sino también con fines propagandísticos. Vale destacar que esta estrategia de utilizar las Relaciones Públicas con fines propagandísticos nació en Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial, con la creación del Comité de Información Pública, de allí el famoso slogan “El Tío Sam te necesita”.
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