viernes, 28 de noviembre de 2008

Reflexiones del Consorcio Red Nacional de Comunicación por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia ante la cobertura noticiosa del abuso sexual

Las y los periodistas junto con los medios de comunicacion tienen una responsabilidad para defender los derechos humanos, señalar las violaciones a los mismos y los abusos de poder.

Por eso, al abordar el tema del abuso sexual, deben en primer lugar tomar en consideración que las niñas y niños tienen derecho a vivir libres del abuso sexual, una de las peores violaciones a los derechos humanos. En este sentido, cuando se redacta la noticia, la primera pregunta debe ser: ¿Estoy presentado a una niña abusada sexualmente como víctima, como culpable o como una persona con derechos y dignidad?

Los medios de comunicación juegan un papel determinante en la opinión pública, por eso es necesario que la cobertura noticiosa sobre el abuso sexual se enfoque en educar a la ciudadanía, y brindar información que favorezca la reflexión y el análisis de causas y consecuencias de esta problemática. Informar desde una perspectiva de los derechos de la niñez, significa identificar las causas que motivan la violación de esos derechos.

Priorizar el interés superior de la niña o niño, nos lleva a otra pregunta clave: ¿Con mis palabras e imágenes estoy de manera voluntaria o inadvertidamente revelando la identidad de una niña abusada?. ¿He tomado todas las medidas para garantizar que esa niña no sea revictimizada o que se vea expuesta a otro peligro?

Las y los periodistas también deben de reconocer que en ellos influyen aspectos culturales y representaciones sociales, por eso deben preguntarse: ¿He tomado todas las medidas para que mi reportaje no glorifique o promueva el abuso sexual o para presentar que las niñas han motivado o han dado consentimiento al abuso sexual? Por eso importante señalar la responsabilidad del abuso sexual en el agresor y no en la víctima. Es importante enfocar las estrategias y lógicas de actuación que construyen los abusadores sexuales en sus relaciones con las niñas, niños y adolescentes. Estos logran el control de las situaciones, de las personas y de los recursos, a través del dominio que establecen, así logran influenciar el consentimiento y cumplen con un rol de abastecimiento que no es exclusivamente económico, también es afectivo y de seguridad.

Como estamos tratando con personas con derechos y dignidad y que requieren de protección especial, al informar sobre el abuso sexual a niños y niños, los periodistas deben saber cual es el posible impacto que tendrá su reportaje en los niños y niñas afectados. Y deben exigir que se establezcan los sistemas de apoyo para protegerlos. ¿Están capacitados los trabajadores sociales, las personas que trabajan en los centros de protección, los oficiales de la Policía, funcionarios de la Fiscalía y otras personas para atender y proteger a los niños y niñas abusados sexualmente?

En Nicaragua existe una cultura de tolerancia del abuso sexual de las niñas y adolescentes que debe erradicarse. El caso de las niñas “Rosita”, “Evita” y otros es sólo uno de los más connotados, de los miles de casos que afectan a diario a las niñas nicaragüenses. El Estado, por lo tanto, debe asumir su rol de garante, reforzando su marco legislativo y eliminando la impunidad con la cual actúan los abusadores, asegurando la protección y la atención sicológica y regulando los centros de protección.

El deber de los periodistas es exigir que el Estado cumpla con sus responsabilidades. Pero también deben emprender una cruzada para eliminar el abuso sexual en las familias y en las comunidades. Para hacer eso es importante documentarse bien, consultar estudios y contar con una amplia variedad de fuentes informativas que presenten una variedad de opiniones en torno a esta problemática.

Estas reflexiones se basan en la opinión de MediaWise, de la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y de la Red Andi América Latina. También es la posición que la Red Nacional de Comunicación sobre los Derechos de la Niñez y la Adolescencia desea que los periodistas y medios de comunicación nicaragüenses tengan en mente cuando aborden el abuso sexual de nuestras niñas y niños.

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